Raíz abisal: fragmentos de Atzavara de María Rosa Maldonado (Kriller71 Ediciones)

La atzavara solo florece una vez a lo largo de su ciclo vital, 
la planta muere después de esa única floración





II

atzavara   vara de atzavara 
madre de floración reciente  que entra por todas las ventanas


con sus muchas cabezas

 lo que aparece no viene de esa tierra
.    . donde nunca
                                    hubo planta ni mujer


del  tálamo nacen – cerebrales –  se enlazan con las regiones
más hondas    de la glía   
                                            sueño
                                                        hambre   
                                                                        sed  

 Íntimamente unida        la  piamadre
blandamente me abraza


sus flores  apoyan la mejilla en el cielo  gris   azulado de las hojas
allí mismo    estolones  del  sostén

 de la reparación

 pues  lo que cuerpo nace  
                                            lleva la oscuridad entrelazada
del carbono   
              vitriolo de la respiración

- el precipicio que se muestra -

                                             
es ella y ella
    hablamos  

ahora   puedo decirle:
cómo voy a vivir   cerebral   en la asfixia
de tantos años bajo tierra?

me responde:
en este aquí nada es de nadie

yo soy  el padre     soy 
                            la  casa aquella    devastada     y  la   otra
y  ando suelta en el mundo







III

declinación

insidioso y
. . . . . . . . lento
. . . . . . . .. . . .sueño: ella sueña que cae
por un embudo de arena.. sin . . final

lleva  la enagua  blanca -el satén de la madre-
se mece con el mismo ocioso ritmo de las aguas

en la duermevela murmura
. . . . . . . -aguamar
.  .  .  .  .  .  .   .    aguamansa
.  .  .  .  .   .  .  .  .  .  .  .  .  .   . aguamarina

piedra de berilo
.   .   .    .    .   pozo . aguamanil-

no recuerda sus años

cree que está en los cuatro

la fiebre en el pecho . . la garganta
cerrada al paso de los líquidos

asana shava asana . . entra el prana a su cuarto

la circunda
.  .   .   .  abre a la niña por el plexo
prepara la combustión







IV


hueco de fusión
donde la protoestrella crece

criptocristalino . cerebro:
.    .    .    .     .      .      en rojo

la mano que toca la seda va
.    .      .      .       .       .   -por memoria propia-

a su mundo protista de finos y radiantes radiolarios
espículas de luz . algas verdeazuladas
flotando
.     .     en la nada anterior a la vida

ligera ligera
.    .    .     .  cae del hidrógeno  . la blancura plateada de li

su 3 atómico salta por las ranuras de la estrella

hasta los hemosferios abiertos

a la mucha placidez de la mañana

ah!

en su casa de muñecas la delicia le extiende un
lujoso terliz para el reposo






V

ella ora en voz baja

murmura:

alta
.   . pasiflora del cielo .   pentámera
perfecta
.     .      pasionaria. aromática  . agua de deshielo

tomillo para el daño cardíaco

corola . azul cobalto .  maravilla del ojo que come
de ese color con avidez

extrañas hogueras por tanta luz ocultas
ventisqueros
.    .      .     de la imaginación de dios

todo
.     . el oxígeno volando en su propia
.    .   quietud
.    .     .     eocena . cálida . ultramarina
sobrenaturaleza del mundo:

secuoyas gigantescas . creodontos .  higueras
.     .         .                    .          .        .   vastos pastizales

magnolias
.       .           . balsámicas magnolias:
.                             .      .                asistidme

ella:   . una ballena .  (blanca)
.      .       hundiéndose en el agua
.                     .          .              anterior . a los hielos

-granzas de la primera hora por nada sostenidas-





María Rosa Maldonado nació en Barcelona en 1944. En 1949 se radicó con sus padres en Buenos Aires, Argentina, donde reside actualmente. Es profesora de Filosofía, de Ciencias de la Educación y de Psicología. Coordina talleres de escritura y dicta seminarios y conferencias sobre literatura y filosofía.

Publicó Poemas (Edición de la autora, 1977), Hasta que despertar es imposible (Editorial Último Reino, 1989) – poemario que obtuvo en 1988 el Primer Premio de Poesía del diario “La Nación”-El esplendor ajeno de las cosas (Editorial Último reino, 1992) y  El zumbido de dios (Editorial Tsé=Tsé, colección bikebik, 2002).


Posfacio de Reynaldo Jiménez / Agosto 2012 / 112 pp ./  4to libro de la poeta ganadora del Primer Premio de Poesía del Diario La Nación en 1988.


“María Rosa Maldonado, poeta argentina nacida en Barcelona, pero residente en Buenos Aires desde la infancia, donde ha ido escribiendo una obra alejada de ruidos y de modas, siguiendo el llamado de su propia vivencia, tremendamente consecuente con una mirada interior profunda y misteriosa, por momentos casi diríase que cercana a una sensibilidad oriental. 
La poesía de María Rosa Maldonado es ante todo, y me gustaría empezar por ahí, una poesía para conocedores del género. Como en cualquier materia creativa, para poder comprender y disfrutar, es necesario un grado de familiaridad con la materia. En la poesía de María Rosa Maldonado el nivel de exigencia personal es elevado, es una poesía culta, lo que no quiere decir para nada que se trate de una poesía hermética o referencial. Y de hecho es una poeta respetada y leída por esa inmensa mayoría que son los poetas, lo cual es mucho”.

“Acerca de Atzavara”, de Rodolfo Häsler.

Enlaces:

http://revistakokoro.com/atzavara.html
http://kriller71.blogspot.com.es/2012/12/acerca-de-atzavara-de-maria-rosa.html





"Escribir" de Chantal Maillard




Fragmentos del poema-río "Escribir" de Chantal Maillard, del libro Matar a Platón (2004, Tusquets) Puede escucharse íntegramente en la voz de Chantal Maillard en el video.


escribir

para curar
en la carne abierta
en el dolor de todos
en esa muerte que mana
en mí y es la de todos

escribir

para ahuyentar la angustia que describe
sus círculos de cóndor
sobre la presa

aunque en el alma no

en el alma
la estimación del tiempo que concluye
y es arriba
algo más que un silencio
con ojos semiabiertos

escribir

como condescendencia y como rebeldía
sin elección
sin pausa
porque se va la luz, las fuerzas
se le acaban
y el ser se va de vuelo
en las garras de un ave
carroñera

escribir

para decir el grito
para arrancarlo
para convertirlo
para transformarlo
para desmenuzarlo
para eliminarlo
escribir el dolor
para proyectarlo
para actuar sobre él con la palabra




escribir para curar
escribir para guarecerse
escribir como si cerrase los ojos
para no cerrarlos
para mover la mano y seguir su curso
para sentirse viva
AÚN
para aplazar la angustia
como simulación
para guiar la mente y que no se desboque
para controlar lo controlable

escribir

como quien deja la luz encendida
y duerme de pie sobre sí mismo
para saldar las cuentas con el miedo


escribir
para reorganizar

escribir
sin hacer concesiones

escribir
como quien des-espera
para cauterizar
para tomarle las medidas al miedo
para conjurar
para morder de nuevo el anzuelo de la vida
para no claudicar

escribir
para apuntar al blanco

escribir
con palabras pequeñas
palabras cotidianas
palabras muy concretas
palabrasojo
palabras animales
palabrasbocadegato
ásperas por dentro y por fuera
suaves como “tal vez”
palabraslatigazo
como “demasiado” y “tarde”

escribir

para no mentir
para dejar de mentir
con palabras abstractas
para poder decir tan sólo lo que cuenta
decir que a las once
de la noche de hoy
mientras la luz calienta
el lado izquierdo de mi almohada
y la sábana verde se desdobla
en el espejo del armario
estoy en mí
en el lugar en que acostumbro
a encontrarme
en este aquí hecho de extraña
duración en lo mismo
repitiéndome
la carne dolorida
los huesos lastimados
los nervios, la piel
tirante, amoratada
el pelo encanecido
el grito sólo postergado
y hoy a las once
de la noche de hoy
mientras la luz calienta
el lado izquierdo de mi almohada






muere un niño
o dos o no sé cuántos
mueren y una anciana dice
sus últimas palabras
o no las dice y muere
y es otra la que habla
pero no habla, dice
apenas dice y muere
sin decir
apenas
nada
y algo se me atraganta
tal vez un alarido
largo como las once horas de esta noche
o tal vez la conciencia
que duerme encendida
como una lumbre la conciencia
de todos los que mueren
como una fogata
un espantoso incendio
que prende en las ventanas
de la ciudad y en el mar no se apaga
una conciencia absurda
una antorchahorizonte
la conciencia de todos los que saben
que se están acabando
en sus huesos de antorcha
hoy, mañana, siempre


escribir

todas las muertes son mi muerte
mi grito es el de todos
y no hay consentimiento
escribir

¿para consentir?
¡escribir para rebelarse!
no hay lugar para plegarias
no hay lugar para el sosiego
el ajuste de las almas
se hace en rebeldía

Estamos solas
y nos pertenecemos.
En nosotras está el poder
Somos un pueblo de almas
en rebeldía
¡Despertad!
Lo que escribo aquí
se traza en el aire
el dolor es la senda
el dolor es el medio
por el dolor la fuerza
que combate el dolor
y lo transforma
por el dolor deshago
mi dolor en lo ajeno
y el ajeno en el mío

escribir

para des-esperar
por todos los que están
por todos
los que fueron
los desaparecidos
escribir para cuidar
sus des
--------apariciones
para alimentarlas
para que no se enturbien
no tan pronto
no tan siempre
pronto

[ ]

escribir

[ ]

¿y no hacer literatura?


¡y qué mas da!:

hay demasiado dolor
en el pozo de este cuerpo
para que me resulte importante
una cuestión de este tipo.

------------Escribo

para que el agua envenenada
pueda beberse.