"Alejandra" la película sobre la vida de la poeta a cuarenta y un años de su muerte


Pizarnik by Nicole Muchnik (2011)


Desde hoy, 25 de Septiembre, al cumplirse 41 años desde la muerte de Alejandra Pizarnik  se puede  ver y descargar libremente la película sobre su vida y su obra. "Alejandra", dirigida y producida por Virna Molina y Ernesto Ardito, es la versión cinematográfica de la serie realizada por los mismos autores para canal Encuentro en 2011. 

Está disponible en SD, HD, en español o con subtítulos en inglés.

"Alejandra", es la adaptación cinematográfica de la serie "Memoria Iluminada Alejandra Pizarnik", realizada por Virna y Ernesto para canal Encuentro. Con un lenguaje intimista, la película narra la vida de la poeta desde los principales conflictos que fueron dejando una profunda marca en su obra y bajo el contexto de ruptura vanguardista de los años 60’ y 70’. 
Sus diarios personales, sus cartas, sus poemas, el relato de sus amigos y familiares; son la herramienta que arrojan pistas sobre el misterioso camino que la llevó a su autodestrucción. 

Hoy, luego de su muerte y tras ser censurada por la dictadura, fue redescubierta por las nuevas generaciones, quienes la convirtieron en un mito, siendo la poeta argentina más leída.

El film incluye testimonios de Myriam Pizarnik, Cristina Piña, Ivonne Bordelois, Roberto Yahni, Antonio Requeni, Fernando Noy y Mariana Enriquez.


Como homenaje, compartimos el enlace a la película completa en HD.







miradas de la infancia: círculo curativo: la ternura. fragmentos de Antonio F. Rodríguez


En la noche corro por un campo
que desciende, corro entre arbustos
y choco con algo vivo
que trata de ovillarse, de encogerse.
Es un niño pequeño, le pregunto
quién es y contesta que nadie.
              
Esta respiración honda
y este nudo en la pelvis
que se deshace y fluye. Esto soy yo
y al mismo tiempo
dolor en la nuca y en los ojos.
              
Terminada la juventud,
    se está a merced del miedo. 

Olvido García Valdés 



 El espíritu de la colmena (1973) Víctor Erice


caer. el niño cae al mundo. como una fruta. maduro cae al tiempo y al mundo que habrá de desorientarlo antes de hacerse legible

la legibilidad: aprendizaje, dulzura, verdor, ímpetu, equilibrio, atención, fluir, el oro de los Otros, oblicuidad, corazón, renacimiento, intensidad, ojo imán, vida osezna, vida loba, vida viva, prima vera

y el asombro como virtud inaugural, germinativa, perfecta


                                                                         El espíritu de la colmena (1973) Víctor Erice


rodearse de un cerco de miradas de niños para estar acompañado, para encender el hogar y narrar, entre todos, un itinerario posible

para encontrar la temperatura de los cuentos bajo el fuego exacto de la mirada

para trazar las lindes de lo significante

para acotar un espacio en el Cielo con su correspondencia roturada en la tierra: fertilidad de la cosmogonía

con-templatio del arcano celeste

templum que, en las estrellas, marcará el tiempo, el ritmo y la grafía del surco primigenio, el adentro y el afuera del hogar, los ritos de paso, las canciones

no limitar el sentido sino multiplicarlo: en aluvión, el mito: siembra del cuerpo desmembrado

concentrar, en un punto, la voz, el impulso, lo casi del sueño, la viguería de ese otro sueño compartido que llamamos vigilia

amparados por la irrupción, por lo imprevisible

amparados

miradas de la infancia, miradas de cine: un mandala o rueda visual para la concentración, círculo mágico en cuyo centro situar la propia mirada, la propia perplejidad extra-vertida, consumida en el fuego común

qué eje para sintonizar la danza de las miradas de estos niños

qué sustrato vital para acogerlas

miradas de la infancia: círculo curativo: la ternura


     Yuki and Nina (2009) Hippolyte Girardot, Nobuhiro Suwa


"Se enseña a los niños a temer y a obedecer. La avaricia, el orgullo o la timidez de los padres inculcan a los niños la economía, la arrogancia o la sumisión. Se les induce además a ser imitadores, a lo que ya están harto inclinados; a nadie se le ocurre hacer que sean originales, audaces, independientes."

Nicolas de Vauvenargues


Ponette (1996)  Jacques Doillon


una lengua que trabaje con las manos y diga el dolor y la fragilidad más viva
una lengua que ofrezca un pan de niño: puro temblor de existir
una lengua de extrañeza para el otro, el recién llegado, el sin patria, el silenciado, el ciego
una lengua de barro que diga las muchas lenguas mudas que viven entre los seres
una lengua sin lengua, deslenguada: todo vértigo y caricia
una lengua animal atenta a las mínimas fisuras de la carne que se sufre
una lengua de niño para inventar el sol y no darle nombre, para romper en el sol lo que nombra el sol
una lengua que camina, ama, desaparece, y luego descamina y aparece, pero sigue amando
una lengua abajo, un lengua sin, una lengua casi aún no siempre nunca
una lengua que amanece gatos
una lengua que tembló y se detuvo ahí donde la misma vida: en el azul convulso, inmóvil, a pájaros
una lengua-corazón, desesperada, ciega, huérfana aún
una lengua híbrida para fundar la morada para todos, entre todos
una lengua sin doblez, sin sierpe, para el arraigo
una lengua del límite, tan desnuda como un verso en la guerra
una lengua que cante y que destruya las creencias y diga tan sólo: árbol, tiza, pan, niño





El sueño del niño y el árbol es la conjunción perfecta


no hay eclipse que reúna tanta materia lunar y solar como esa sincronización delicada de dos ejes paralelos: de la raíz al cielo, el árbol; del cielo a la raíz (de la vida), el niño

en esa intersección nace una belleza tan pequeña que no acertamos a nombrarla, semilla abisal anterior al lenguaje, ánfora del temblor, éxtasis de la oruga: anéantissement

el niño es fruto para el árbol, un esqueje, injerto del sueño en ese otro sueño desbordado, unánime, vegetal

el árbol es sostén, columna, crisálida erguida: el niño y su sueño

si se armoniza el ritmo de la savia y de la sangre, se revelan todos los estratos que hemos venido siendo, todas las capas de tiempo que nos han dado ser, y la canción es epifanía de la madera, asombro perpetuamente renovado del que todos somos afluentes

el niño, el árbol y el sueño: aquí está todo

todo lo que el ser humano ha escrito, todos sus anhelos, sus búsquedas, sus contiendas, sus filosofías, sus hallazgos, sus gritos, la belleza revelada y la construida, las sobrecogedoras constelaciones, la fragilidad que no reconocemos y nos desborda: todo está aquí, en una única imagen que germinará en una pupila que lee estas líneas y continuará su camino, aguas del ser abajo, hacia la delicadeza y el sueño de quien mira

un instante apenas que desaparecerá para siempre, como esa infancia que todos acercamos al árbol y dormimos y cuidamos

pero el sueño queda, y fluye, y nos elige, y busca


Para leer completo: La lengua te tienta, Revista Kokoro
 de Antonio F. Rodríguez





Antonio F. Rodríguez Esteban (1976) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Málaga y diplomado en Comunicación. 
Desde 2001 se ha dedicado a tiempo completo a la traducción del francés y del inglés al castellano. Ha trabajado con las editoriales Pre-Textos, Atalanta, Paidós, Kairós, El País-Cahiers du Cinéma, Océano, entre otras. Asimismo fue traductor habitual de Cahiers du Cinéma España. 
Entre 2005-2011, imparte el curso “Temps de mirades” (Cine y Educación) en el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona, y entre 2010-2011 el curso “Temps de lecturas” (Literatura) en la misma institución.
Actualmente participa en el consejo de redacción de la revista "Kokoro".