Del poemario Viaje a Almería de Antonio Martinez i Ferrer

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Fotografía de Robert ParkeHarrison


Del poemario Viaje a Almería -diez semanas entre el dolor-madre-, travesía dolorosa pero también fecunda existencialmente, este poema de Antonio Martinez i Ferrer.



Pensamientos de la paranoia


I


el estío
de velas encendidas
mira
una liebre libando
el cañaveral




II


del zapato
el cordón
su huella perdió el aliento




III


el perro
de besos espesos
no se sorprende
de los tornasoles de la tarde




IV


me enloquecen
todas
las miradas
amaré hasta la muerte




V


contenido el deseo
estalla
-ebrio de espacio-
antes
de ser derrotadas
las rodillas



VI


se escarcha el rocío
la ventisca
recita entre los pinos
mientras
el gusano danza
enfermo de soledad


Antonio leyendo sus poemas en Moguer en el patio de la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez

Antonio Martinez i Ferrer (Alzira, Valencia, 1939) fue obrero de las artes gráficas desde los 15 años hasta su jubilación. De los 11 a los 15 años de edad trabajó en el campo en la recogida de la naranja y en los almacenes de comercialización.

Luchador y activista anti-franquista en las décadas de los 60 y 70 hasta la transición, sufrió (junto a Antoñita, su inseparable compañera, y sus cuatro hijos) el exilio político.

Actualmente reside en Alzira.

Como poeta ha publicado la trilogía de libros compuesta por El rumor del patio (Germanía, Valencia, 2006), Angustia (Germanía, Valencia, 2006) y Corre, corre, niño de arena (Germanía, Valencia, 2006), publicada doblemente en valenciano y en castellano.

Niño de las minas en lengua gallega



He tenido la alegría de ver el poema Niño de las minas traducido al gallego en el blog O blog de Xosi ,en un artículo llamado: A vida coma unha congostra de cascallos -La vida como un corredor de escombros.




Gracias a Xosi por el trabajo de traducción y sobre todo por su sensibilidad en el artículo que cierra con un recuerdo muy emotivo de la infancia de su padre.



Neno das minas

Xenreira de verte fendendo
nesa pulseada a morte coa pedra,
roubándolle rigor ata facerte
fochanca, chaga.

As túas mans moen, demolen,
esmiúzan os ósos do mundo.

Non de trasnos o po
que arrasa os teus pulmóns:
soldadiños de chumbo viaxan
polas túas veas desvelando
bosques somnolentos.

Neno pena, neno maza,
en moegas vai o teu sangue ata a infancia
dos volcáns, cara a reinos de fadas
negras, minerais;
alí onde o mundo agacha
o fume das caídas
e todos os cascallos do dano.




Niño de las minas

Rabia de verte rompiéndote en esa
pulseada a muerte con la piedra,
robándole rigor hasta hacerte
socavón, llaga.

Tus manos muelen, demuelen,
pulverizan los huesos del mundo.

No de duendes el polvo
que te arrasa los pulmones:
soldaditos de plomo viajan
por tus venas desvelando
bosques somnolientos.

Niño roca, niño maza,
en tolvas va tu sangre hasta la infancia
de los volcanes, hacia reinos de hadas
negras, minerales;
allí donde el mundo esconde
el humo de las caídas
y todos los escombros del daño.


Laura Giordani, de Materia oscura.


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La muerte del ángel- Astor Piazzolla


El tango cuenta con grandes poetas y Astor Piazzolla no fue la excepción en esta búsqueda poética. Si bien compuso sobre todo tangos instrumentales, contó con escritores y poetas para poner letra a otros.


Su más fiel compañero fue Horacio Ferrer, uno de los más reconocidos letristas y poetas del tango argentino, autor entre otros temas de Balada para un loco, Chiquilín de Bachín, Preludio para la cruz del sur, y Pájaros transparentes.


Pero, además de su trabajo conjunto con Ferrer, Piazzolla dotó de música a la poesía de dos escritores argentinos: Ernesto Sabato y Jorge Luis Borges.

En 1963, Piazzolla compuso Introducción a “Héroes y tumbas”, un drama musical que por entonces se estaba haciendo en base a la novela de Ernesto Sabato. La introducción de Piazzolla remite a un extracto de “Informe sobre ciegos”. Se trata de una pieza instrumental especialmente oscura a la que se suma hacia el final una voz que recita la invocación a los dioses de las tinieblas.

Oh, dioses de la noche, de la melancolía y del suicidio.
Oh, dioses de las ratas y las cavernas, de los murciélagos, de las cucarachas.
Oh, violentos e inescrutables dioses del sueño y de la muerte.
Oh, dioses de las tinieblas, del incesto y del crimen
.

La voz que recita estos versos en el disco de Astor Piazzolla y su nuevo octeto, “Tango Contemporáneo”, es la del mismo Ernesto Sabato.

En 1965, Astor Piazzolla y Jorge Luis Borges se unieron para crear juntos “El tango”, un disco en el que participaron el Quinteto de Piazzolla, Edmundo Rivero y Medina Castro. El disco incluyó varias milongas y tangos compuestos sobre poemas recientes del escritor argentino, en su mayoría publicados en su libro de poemas Para las seis cuerdas. Se agregaron a la lista otros tres: El Tango, Oda íntima a Buenos Aires y Alguien le dice al tango, este último incluido en la primera edición de Para las seis cuerdas pero excluido en la segunda.




La muerte del ángel de Astor Piazzolla en el link de abajo. con toda su fuerza y temblor. En el segundo link, una interpretación del mismo tema por el cuarteto porteño Tangabile: Matías Feigin (Piano y dirección), Leandro Feigin (Flauta), Ezequiel Armesto (Guitarra) y Emilio Longo (Bajo).

Astor Piazzolla:
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Versión de Tangabile:
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Rainer María Rilke- Fragmentos de una metafórica de lo interior


«Dónde hay para este adentro
un afuera? Sobre qué dolor
se tiende un lienzo así?

Qué cielos se reflejan allí
dentro, en el lago interior
de estas rosas abiertas?

(El interior de las rosas)



Rilke, Lou Andreas Salome y un poeta ruso


«A través de todos los seres se extiende un espacio:
el espacio interior del mundo. Las aves vuelan silenciosas
a través de nosotros. Oh, yo, que quiero crecer..."

(La piel de las rosas)

No creáis, que el destino sea más que la densidad de la infancia.
(Rilke, la séptima Elegía)


Todo ángel es terrible. Y sin embargo, ay, los invoco
a ustedes, casi mortíferos pájaros del alma, sé quiénes
son ustedes. Los días de Tobías, ¿dónde quedaron?,
cuando uno de los más radiantes apareció en el umbral
sencillo de la casa un poco disfrazado para el viaje,
ya no tremendo (muchacho para el muchacho)
que se asomó, curioso.

(Poema Segunda Elegía)

Rainer María Rilke nació el 4 de diciembre de 1875 en Praga. Cursó estudios en su ciudad, en Munich y Berlín. Empezó a publicar en 1894 con el nombre de René Rilke.
Realiza un viaje a Rusia, donde hace amistad con Tolstoi.
En 1897 inició una relación amorosa con Lou Andreas Salomé (1861-1937), una mujer quince años mayor que le anima a decidir su compromiso artístico. Muy inteligente y relacionada con las corrientes del pensamiento contemporáneo esta mujer casada con el orientalista Friedrich Carl Andreas, fascinó a intelectuales como Schnitzler y Nietzsche. Se enamoró de la pintora Paula Becker pero en 1901 se casa con una discípula de Rodin, Clara Westhaff. Pronto se separan aunque fueron amigos el resto de sus días.
En 1902 va a París, donde actúa como secretario de Rodin, sobre quien escribió un ensayo estético. Termina en 1910 sus "Cuadernos de Malte Laurids Briddge" y viaja de nuevo por Europa y Africa. Está en Suiza durante la guerra, y al finalizar ésta, entre 1912 y 1922 escribe las "Elegías de Duino". Escribe una pequeña serie de poemas "Vergers", y "Los sonetos de Orfeo". "El libro de locos" y "El libro de imágenes" las escribe en su época de pobreza, así como "Hermano y hermana".

Falleció de leucemia el 29 de diciembre de 1926. El empeoramiento de su estado físico, que lo llevó a la muerte, se produjo a raíz de haberse pinchado con la espina de una rosa mientras cuidaba el jardín del castillo Muzot, en Suiza, donde vivió retirado los últimos años de su vida.
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En su tumba un epitafio que él mismo escribió, reza así:
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Rosa, contradicción pura, placer,
ser el sueño de nadie bajo tantos párpados.
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