Octubre- José Angel Valente


Hay una leve luz caída

entre las hojas de la tarde.

......................................Dame

tu mano y cruza

de puntillas conmigo

para nunca pisarla,

para no arder tan tenue

en sus dormidas brasas

y consumirte lenta

en el perfil del aire.

Pablo de Rokha- Capitán del sur



Si no fui más que un gran poeta con los brazos
quebrados
y el acordeón del emperador de los aventureros o
el espanto del mar me llamaban al alma
soy un guerrero del estilo como destino, apenas,
un soñador acongojado de haber soñado y estar
soñando, un expósito y un apátrida
de mi época y el arrepentimiento de lo que no
hicimos, corazón, nos taladra
las entrañas como polilla del espíritu, aserruchándonos.

(Canto del Macho Anciano).


Oigo crujir mis huesos, madre mía, madre mía,
oigo crujir mis huesos, crujen las bestias, crujen
las plantas, crujen las cosas y voy a morir; mi
sangre ya cansada desemboca en la muerte...

(Los Gemidos).





Carlos Díaz Loyola, pseudónimo del poeta, nació en Licantén, Chile, en 1894.
Inició estudios la escuela pública de Talca y luego fue internado en el Seminario Conciliar de de donde fue expulsado por sus principios antirreligiosos. Al terminar sus estudios de Humanidades en Santiago, se matriculó simultáneamente en las facultades de Derecho e Ingeniería de la Universidad de Chile, abandonando los estudios poco tiempo después, para dedicarse por entero a la actividad literaria.
Su obra la componen cuarenta y seis volúmenes, entre libros de poesía, ensayos, folletos y antologías.
En 1922 autoeditó su libro «Los gemidos», obra esencial para comprender la literatura castellana del siglo XX. Aunque el extenso poemario fue despreciado por la crítica de la época, hoy es considerado como una de las más importantes obras vanguardistas del continente americano.
Del resto de su obra se destacan: «Carta magna del continente en 1949, «Cosmogonía» en 1925, «Escritura de Raimundo Contreras» en 1929, «Genio del pueblo» en 1960, y «Estilo de masas» en 1965.
Póstumamente se publicaron la antología «Mis grandes poemas» 1969, «El amigo piedra» 1990, y «Obras inéditas» 1999.
Falleció trágicamente en 1968.



Obras

Versos de la infancia, 1916.
Sátira, 1918.
Los gemidos, 1922.
Cosmogonía, 1925.
U, 1926.
Heroísmo sin alegría, 1927.
Ecuación, 1929.
Jesucristo, 1935.
Oda a la memoria de Máximo Gorki, 1936.
Moisés, 1937.
Gran temperatura, 1937.
Cinco cantos rojos, 1938.
Morfología del espanto, 1942.
Canto al ejército rojo, 1944.
Poemas continentales, 1945.
América: los cinco estilos del Pacífico, 1948.
Arenga sobre el arte, 1949.
Carta Magna del continente, 1949.
Fusiles de sangre, 1950.
Funeral por los héroes y los mártires de Corea, 1950.
Fuego negro, 1953.
Arte grande o ejercicio del realismo, 1953.
Antología, 1954.
Neruda y yo, 1955.
Idioma del mundo, 1958.
Genio del pueblo, 1960.
Acera e invierno, 1961.
Canto de fuego a China Popular, 1963.
China Roja, 1964.
Estilo de masas, 1965.
Mundo a mundo: Francia, 1967.
El amigo Piedra, 1989.

Louis Aragon- Habitaciones: poema del tiempo que no pasa




Que venga aquél que me odie y que me mate
le daré las gracias con toda mi sangre
dicen que a la hora de morir la memoria
pasa revista a la vida
Apartad de mí esa prueba----- apartad
de mí esa prueba del tiempo al revés
qué le hice al cielo para tener que acordarme
sólo quiero errar en esas habitaciones de tiempos condenados
Abro las puertas sobre el silencio de nosotros
escucho el pasado huir de un jarrón rajado
y la flor marchitarse por carencia de agua borrarse el perfume
en su fango
Sólo preciso estar en tus brazos tus dobles brazos de olvido


Habitaciones de ropa tirada sobre una silla
esta noche no buscaré el zapato perdido
no abriré las cartas que me esperan sobre la mesa
mi labio en tu hombro ahoga los sollozos de antiguas noches
Habitaciones donde ya no hablan sino los muebles
abandonados a la sombra
Llegamos al final del viaje-----------los caballos
no pueden más------------ hasta los cascabeles
se apagan
Cuán largo y lento fue todo para mí
he caminado de rodillas mis años
mis caminos sangran
El paisaje en torno nuestro ya no tiene
más árboles que piedad
no se oyen más que sollozos por el siglo-------- así
espantosamente no habremos podido hacer nada
sino ver el martirio y el crimen
Había creído sin embargo------------ había creído
Oh tus tiernos dedos sobre mi boca
no es a mí mismo a quien compadezco niña mía sino
a los demás---------al trigo agujereado apaleado
por el granizo de los demás
y no poder nada sino quedar descuartizado por ello
ahora sé cómo las cosas poco a poco
se desgranan
no queda en torno nuestro sino esa bruma de la mirada
que no acaba de acabarse
cuáles son sin embargo las palabras postreras
después de eso nada tiene lugar y el corazón está helado
ya no escucho los pasos apresurados de la gente
El portero no subió los periódicos de la tarde
Ah no te alejes no te duermas antes de que te diga
por fin lo esencial------------- hay que
decírtelo
ese secreto de toda la vida a la hora en la que
el aire de mi labio aún palpita entre nosotros
desde las pálidas alas de la confesión y se dispersa
el polen sin peso de las palabras
No tendré no habría tenido el tiempo de decir por fin lo
que sé lo que sé por fin -----------emprendí esta tarea

estando al final de mí mismo----------oh el tiempo
perdido-------------------- el tiempo de reconocer
el bien del mal el tiempo de ser
empezado tan tarde.



Louis Aragon, 1897-1982.






Louis Aragón y Elsa Triolet